Terapeuta deportivo puertorriqueño entrena y predica la Palabra a sus pupilos
PUERTO RICO.- Alfredo Texidor utiliza la Biblia en su trabajo como un vehículo para compartir su fe con quienes le permiten hacerlo. Más que cuidar la salud de los atletas, Alfredo Texidor lleva palabra de aliento a través de las enseñanzas que ha obtenido en su carrera profesional. Él sostiene su fe en experiencias vividas bajo el evangelio que promueve, la Biblia.
El terapeuta atlético ha tenido una vida fructífera en el Colegio de Mayagüez por más de 15 años, compartiendo triunfos y apoyando grandes batallas.
El creyente enfoca su día a día en el versículo de Romanos 8:28, que cita la Nueva Versión Internacional 1999 de la Santa Biblia: “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito”.
Texidor se distingue por ministrar con mensajes positivos, parábolas, anécdotas y testimonio en sus redes sociales, y en pláticas con el personal de las universidades que componen la Liga Atlética Interuniversitaria.
Texidor expresó que le pide permiso a los atletas para orar, dialogar sobre la palabra o simplemente darles un consejo. También lo hace de manera íntima, porque le entrega “todas sus metas a Dios, mi guía”. Respeta a los que llegan por decisión a pedir la “mano amiga” en momentos en los que “no encuentran salida para resolver la situación por la que atraviesan”.
“Yo me fui para los Juegos Panamericanos del Guadalajara en el 2011. A mi regreso me voy a trabajar a un partido de soccer (balompié), donde sacamos a un jugador lesionado de la rodilla. Cuando vamos caminando por la esquina (del parque) el jugador me dice ‘Texidor, tengo que confesarte algo. Hoy tengo que confesarte que la oración aquella que me hiciste hace tiempo, me hizo entender que Dios era real y yo acepté a Dios’. Yo rompí a llorar, porque era el mejor regalo de cumpleaños que me podía dar ese día, el día de mi cumpleaños. Un septiembre 11”, contó con ojos relucientes el terapeuta.
Texidor invita a que “busquen un lugar secreto donde solamente Dios nos ve, y sentarse hablar un ratito, horas o minutos, para tener una espiritualidad o comunión. Tener ese aparte, esa intimidad con Dios. Toda va unida con leer la Biblia, orar, ayunar. Tenemos que tener fe en todas las circunstancias”.
FUENTE: noticiacristiana.com